Film

TIFF 2019: An Interview With ‘August’ Director Armando Capó

Armando Capó’s socially charged debut feature, August, borrows from the filmmaker’s own upbringing in rural Cuba during the height of the 1994 balseros crisis, when mass illegal migration to the US compounded economic misery with social chaos.

Close-up Culture’s James Prestridge spoke to Armando ahead of the film’s world premiere at the Toronto International Film Festival. [Questions and answers are in Spanish]


Q: ‘Agosto’ nos lleva de regreso a Cuba en el verano de 1994 y en el punto álgido de la crisis de Balseros. ¿Puedes contarnos sobre este período en la historia de Cuba y por qué querías volver a él? 

A: En agosto de 1994 yo tenía catorce años. Vivía aun en Gibara, un pequeño pueblo al norte de Holguín en el oriente de Cuba. Entre el hambre generalizado, los constantes apagones y el esfuerzo de mi familia por protegerme se estaban acabando las vacaciones de verano. Me acuerdo que al despertar en la mañana uno se enteraba que la familia de los Torres se habían escapado en el barco de la cooperativa, o que dos botes de gente del pueblo se encontraba en los cayos de la Bahamas y eran asistidos desde el aire por Hermanos al rescate. Poco a poco las noticias esporádicas fueron mas frecuentes y la radio y la TV oficial empezó a hablar del asunto hasta que recuerdo a Fidel en la TV decir que todo aquel que quisiera irse podía hacerlo. Entonces el pueblo se lleno de gente de otros lugares que trataban construir una balsa o recogian pescadores para que los guiaran mar afuera. Los vecinos vendieron una balsa y la playa cerca de mi casa se convirtió en un campamento de personas que preparaban sus balsas. 

Q: ¿Cuáles fueron sus experiencias personales de Cuba en 1994 cuando tenía catorce años y cómo informaron la película? 

A: Yo seguía todo esto de lejos y poco a poco fui acercándome. Me escapaba de casa e iba a mirarlos. La emoción era tan fuerte por la cercanía de la muerte y lo desconocido que me era imposible evitarlo. Agosto como película es también parte de esos recuerdos. Del esfuerzo de mi familia para cuidarme y que yo no sintiera el hambre o no me faltara la ropa, de los carteles que llenaban todo el pueblo con consignas vacías. De la atmósfera general, las bicicletas, los nombres en la radio, escuchar radio Martí, el temor que al despertar no esté tu tío, tu padre o tu amigo. La decepción, el sentir que ya no eramos los hijos de la Revolución sino del desencanto. En mi aula de 27 estudiantes solo 4 terminamos de estudiar y nos hicimos universitarios, el resto buscó como vivir, hacer algo mas útil, mas necesario. Ademas están otros recuerdos; por ejemplo la abuela. La abuela es literalmente mi abuela paterna. Ana Luisa. Si tengo una hija se va a llamar así.  

Q: Leí que el personaje central de la película, Carlos, es silencioso. Parece que la inestabilidad que lo rodea se refleja en sus propias incertidumbres internas. ¿Qué nos puede decir sobre Carlos y qué aporta su perspectiva a ‘Agosto’? ¿Puedes contarnos sobre algunas de las relaciones en la vida de Carlos?  

A: Carlos de alguna manera se parece a mí y a mi manera de ser, pero tambien se parece a Damian Gonzalez. Digo de alguna manera porque igual es un personaje de ficción. Carlos es un personaje obligado a crecer, al que las circunstancias los sobrepasan. No tenía otra forma de expresar que al ser un adolescente no sería escuchado, no podía opinar o decidir entre los adultos. En el 94 yo no podía decidir nada, era un adolescente al que no le importaba la politica, que no quería que sus amigos se fueran, que su padre se fuera o que el mundo cambiara a su alrededor. Por eso Carlos crece por la perdidas, porque crecer, hacerse adulto duele. Y él se va quedando solo. Sufriendo una perdida tras otra hasta que decide saber y hacerse cargo de su familia, y lo hace revelandose y marchando hacia el mar, hacia lo ominoso y la cercanía de la muerte. Carlos es mi generación en el año 1994.  

Q: ¿Cómo fue trabajar con los actores más jóvenes que podrían no haber nacido en el verano de 1994? 

A: Cuando pensaba en la juventud de los actores y si tenian vivencias para trabajar o no estos conflictos nos dimos cuenta que no era necesario haberlos vivido, porque ellos estaban viviendo otros muy parecidos en otro momento o época; el primer amor, la ausencia, la muerte, emigrar. Y con esto se podia trabajar perfectamente, aparte vimos documentales, material de archivo, películas, fotos, todo lo que nos pudiera servir. Aunque nada de esto define si ayuda a que coloca a los muchachos en contexto, ellos cuando actuaban vivian cada situación en presente, era Carlos que besa torpemente a Elena, Mandy que hace bromas a sus amigos. Al director le toca escucharlos, estar ahí para ellos y aprender a confiar. Damian, Glenda, Alejandro y Luis Ernesto son  como mis amigos, creo que ayudó mucho el proceso de casting y el taller con Rosa María donde aprendimos a conocernos y a trabajar juntos. 

Q: Filmaste en tu ciudad natal de Gibara. ¿Cómo fue el rodaje y qué impacto tiene este escenario en la película? 

A: El guion se escribió para ser grabado en Gibara. Con Abel Arcos visitamos las locaciones y escribimos para ellas. Ya mas cercana la pre por cuestiones logisticas no pudimos grabar en el pueblo. Y eso fue un golpe durismo que me obligó junto al equipo a redescubrir los espacios y reinventarlos. En cambio creo que no fue necesariamente una mala experiencia. La peli ganó porque ya no se trataba de la Gibara que yo había vivido sino de la esencia de ese pueblo y la relación con las personas que lo habitan. Entre Cojimar y Santa Fé encontramos ese aire de pueblo pequeño. El malecón. La colaboración de sus habitantes y el mar.   

Q: Has dicho ‘Agosto’ es una película para curar cicatrices. ¿Cómo encontraste la experiencia de volver a visitar el pasado y hacer una película tan personal? ¿Sientes que has curado las cicatrices? 

A: Siempre digo que Agosto es una película para curar. Y ojalá sea así, pero ahora pienso que cierra un capítulo apenas. Uno crea desde sus vivencias. Tiene algo que decir que te aprieta la garganta y sale como un grito. Pero no es todo. Tal vez ayude la confrontación de la película con el público y la devolución de lo que el publico siente. 

Q: ‘Agosto’ tendrá su estreno mundial en TIFF 2019. ¿Qué tan especial será para usted proyectar en este prestigioso festival?

A: El TIFF me da mucho miedo, es la primera vez que puedo enseñar la película a las personas que no son mis amigos, mis compañeros de trabajo. Me da miedo que la peli no se comunique, que no les emocione. Que no me sienta cómodo viéndola en pantalla grande. Pero también el TIFF es una gran oportunidad para que la peli comience con buen pie. Que ayude a que otros festivales y otros públicos lleguen a ella.  

Q: ¿Qué esperas que el público le quite a la película?

A: Siempre tenía la pretensión que la película ayude a pensar en quienes somos ahora. Quién puede ser Carlos después de haber vivido todo esto. ¿Será una buena persona, un buen padre, un buen amigo, un buen hijo… un buen ciudadano? Que presente puede tener hoy este muchacho.


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